"Te conocí cuando menos lo esperaba, pero llegaste a mí cuando más lo necesitaba.".
El año comenzó sin expectativas de conocer a nadie. Y mucho menos de conocerte a ti.
Ninguno de los dos sabíamos que existía el otro. Vivíamos en mundos distintos. Me atrevo a decir, que incluso seguimos viviendo así. Tan diferentes.
Te conocí teniendo planes de futuros inciertos. No planeé verte, ni hablarte. Simplemente, no sabía que existías... . Me encerré en mi burbuja, absorta a todo lo que pasaba a mi alrededor. Sólo vivía lo que quería: amigos, familia, trabajo, playa, fiestas,... todo menos tú.
Estoy segura de que pasabas por mi lado, de que yo, muy común en mí, te "veía", aunque sin darme cuenta.. Ojalá te hubiera visto antes. Aunque no todo sería como ahora. Así que, me alegro de que todo haya surgido de la nada, y se haya convertido en todo.
Un día común, sin quererlo, te vi. No sabía que acabaría hablándote, ni siquiera sabía tu nombre, todo surgió por casualidad. De estas veces que la vida pone en tu camino a personas que no habías pensado antes que pondría. Y allí estabas tú. Tan simple, tan normal, tan tú.
Las cosas más bonitas de la vida surgen sin planificarla. Me gusta lo estructurado. Pero esto no podía ser así. Todo llega a su debido tiempo. Y ahora es cuando lo entiendo...
Me he pasado mucho tiempo forzando las cosas, queriendo que llegaran de forma rápida, esperando a personas que ni siquiera deseaba en mi vida. Y tú llegaste inesperadamente, cuando más lo necesitaba. Mi bonita casualidad.
No miento cuando digo que no me fije en tu físico. Me fije en tus palabras, en tu forma de hablar, de expresar, de sentir. Me enamoré de tu forma de ser. Sin previo aviso de que te convertirías en mi droga.
Te dije adiós. Creí que no volvería a verte. Pero aquí estamos, hablando, conociéndonos. Apareciste de nuevo, como si no hubiéramos despedido. Decidí no presionar al tiempo. Quiero conocer todas tus virtudes y, sobre todo, todos tus defectos. Quiero un pack completo de tu yo.
Ahora sí que creo en el destino. Todo sucede por algo. Y que mejor que hayas llegado tú. Porque te volvería a elegir una y mil veces más...